Saturday, July 07, 2007

Motivos mundiales para el asco

Bush deja en libertad a Libby, el soplón mentiroso:

http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_6263000/6263680.stm

La decisión presidencial implica que Libby, ex jefe de gabinete del vicepresidente Dick Cheney, no irá a prisión tras ser condenado por perjurio y obstrucción de la justicia.

Libby permanecerá bajo libertad condicional y deberá pagar una multa por US$250.000.

El anuncio se produjo después que un tribunal de apelaciones decidiera rechazar el retraso del ingreso de Libby a la cárcel.

¿No hay ninguna persona (si es hombre mejor) en EEUU que esté dispuesta a sacrificarse por su patria y darle una mamada a Bush a ver si de una vez por todas lo expulsan del cargo?. Que no, me parece oír, que a Clinton lo iban sacando por sus mentiras, ah, bueno, por lo que han mandado a la cárcel a Libby. Lo que pasa es que Clinton no cubría sino su propio culo, no el de un megalómano iluminado. Bueno, el pobre Libby no se merecía la cárcel, no. Más se la merecen aquellos que van a la cárcel por robar comida o por incumplir alguna de la multitud de leyes locales ridículas que tienen algunos estados de EEUU. O incluso se la merecen algunos por filmar en la calle manifestaciones.

La ministra de Economía de Argentina o es imbécil (torpe) o es ladrona:

La ministra de Economía de Argentina, Felisa Miceli, reconoció que guardaba US$64.000 en un armario del baño de su oficina, lo que la ha colocado en el ojo de una tormenta política.

Desde filas opositoras, la funcionaria del gobierno de Néstor Kirchner ha sido acusada de corrupción, y la justicia le ha iniciado un sumario por ocultar el acta policial donde consta el monto exacto del dinero hallado -de casualidad- por una brigada antiexplosivos.

Según informaciones de la prensa local, la suma encontrada en una inspección de rutina ascendía a US$241.000 dólares, pero Miceli insiste en que rondaba los US$64.000.

Cuando la prensa le preguntó de dónde procedía el dinero, Miceli indicó que gran parte se la "prestó" su hermano Horacio. Según dijo, iba a ser utilizado para "comprar una casa".

"El dinero lo tenía porque quiero comprar una casa en Núñez, cerca de donde estoy viviendo", afirmó.

Distintas figuras de la oposición presionaron al presidente Kirchner para que destituya a su ministra, quien fue acusada de tener en su poder un monto superior al reportado en la declaración jurada de bienes.

En diciembre de 2006 la ministra tenía en su haber, según esa declaración, US$ 33.653.


La verdad es que no conozco mucho la política argentina, pero esta señora parece muy defensora de las tradiciones argentinas:
"Desde lo íntimo no entiendo tanto ensañamiento, porque hubo ministros que firmaron cosas que le costaron al país cientos de millones de dólares y no sufrieron esto", dijo Miceli. "Estoy indignada; se ha montado todo un engranaje a partir de una cosa que era absolutamente normal, personal", agregó.
Traducción: Ellos chuparon, ¿Y ahora yo no puedo?. Aparte que la pobre no entiende. Pues debe tener el CI alrededor de 80 para no entender que llame la atención que el ministro de Economía de un país tenga en efectivo escondido el doble de su declaración jurada de bienes. Y eso es normal para ella. Bueno, en lo que se refiere a mi experiencia personal cuando fui a Buenos Aires, allí se vive bien, pero tampoco tan bien como para que sea normal tener 64.000 dólares en el baño. Y es que si no es retrasada mental o ladrona esta mujer tiene una falta de empatía tremenda ¿O es qué no se ha pasado por las villas (nombre que le dan los argentinos a lo que los venezolanos llamamos barrios y los españoles llaman chabolas) detrás de Retiro?. En cualquiera de los tres casos adolece de limitaciones fundamentales para el ejercicio de sus funciones como ministro.

En resumen, del norte al sur, nos come el asco. (Excepto Canadá, por ahora)

1 comment:

Yimmi Castillo said...

Y que hacemos entonces? Nos vamos en cambote para Canadá?
O empezamos a armar el peo para que esta vaina se arregle de una vez por todas?
Lo más chévere de todo es que mientras los políticos creen que sus pueblos son cada vez más estúpidos, los pueblos se hacen cada vez más inteligentes.
Lo triste es que esos cambios se dan a muy largo plazo, y aquí tenemos cierta impaciencia. Impaciencia por demás que sumada a los intereses mezquinos, dan como resultado la ridiculez de oposición que tenemos en nuestro país.