Monday, March 10, 2008

Carta al Consejo de Facultad

La carta que espero introducir a la próxima sesión del Consejo de Facultad de Ciencias. Empieza la recogida de firmas dentro de unas horas.

Universidad de Los Andes

Facultad de Ciencias

Dra. Patricia Rosenzweig,

Decana de la Facultad de Ciencias,

Demás Miembros del Consejo de Facultad

Ante todo un cordial saludo.

La presente comunicación tiene por objetivo el expresar nuestra incomodidad y completo desacuerdo con la elección de la “novia” de la Facultad de Ciencias en horas de trabajo. Consideramos un exabrupto la manera escandalosa, grosera e incivil en que se realizó dicho acto (así como las paraduras y los cumpleaños de la Decano, entre otros), además de considerar inconveniente su misma realización en las áreas internas de la Facultad, en un día laborable, en horas hábiles.

Antes que nada es necesario dejar en claro que la Facultad de Ciencias es una institución con propósitos definidos: El formar en disciplinas científicas a los estudiantes que hacen su vida ella y el producir conocimiento repetible y valioso, que aumente nuestra comprensión del mundo físico. Teniendo esto en mente, podemos decir que lo que vaya en contra de estos propósitos es perjudicial para nuestra Facultad, pues impide la realización de su fin último. Eventos como los antes mencionados, que con su cacofonía y su estruendo, además de autoritariamente impuestos, pasan a ser entonces más que una molestia un insulto al trabajo que se realiza en las aulas y en los laboratorios. Creemos que ninguna tradición, ni estética, ni religiosa ni de ninguna clase, debe interferir en el desarrollo de las actividades cotidianas. Ya es bastante difícil el producir ciencia de calidad en el tercer mundo, como para encima tener que enfrentarse a atavismos culturales impuestos desde la autoridad, sin consulta previa. Son hechos como estos los que hacen hervir la sangre y potencian el descontento. Si se hiciese el mismo énfasis a dotar a los laboratorios de docencia de materiales adecuados, la Facultad sería otra.

Existen multitud de sitios donde es posible realizar estos actos, para quienes estén interesados en ellos, sin imponerlos de manera antidemocrática sobre quienes no lo estamos, al menos no en horas de trabajo. No puede tolerarse este ataque a la academia bajo la farsa de un pretendido esparcimiento zalamero. Cada quien ha de esparcirse según sus gustos, necesidades y pareceres, sin molestar a otros, es una norma elemental de urbanidad que parece que algunos encuentran difícil de entender. No todos tenemos los mismos gustos.

Ni siquiera la premiación de los mejores promedios recibe tanta atención y recursos como este y otros actos “festivos”. Ni siquiera se respetó la presencia de invitados de otras universidades que asistieron al Congreso de la Sociedad Venezolana de Física. Debería ser motivo de vergüenza en una comunidad racional y crítica que en un recinto como la Facultad se privilegie la superficialidad en lugar de premiar el esfuerzo y la constancia y de respetar el trabajo ajeno. Los responsables de esta falta de respeto y menosprecio por el trabajo realizado en la Facultad deberían asumir su responsabilidad y pedir disculpas a la comunidad de la Facultad de Ciencias, sin importar cuan elevado sea su cargo o, en su defecto, deslumbrarnos con su apabullante producción científica mientras asisten a paraduras, cumpleaños y concursos de belleza, mostrando así que sí es posible resolver integrales triples, hacer destilaciones fraccionadas y purificación de proteínas al ritmo de rancheras y violines andinos a todo volumen y ebrio.

No es la primera vez que esto sucede y en el pasado incluso ha llegado a interrumpir exámenes y prácticas de laboratorio. No estamos dispuestos a que esto siga sucediendo y a que nuestro esfuerzo y el sudor de nuestras frentes sigan siendo insultados, vejados y relegados a un segundo plano frente a la banalidad y el populismo. Exigimos se tomen las medidas necesarias para que esta sea la última vez que estos patéticos actos de desprecio a la academia se repitan.

Queremos ciencia, no circo.

Sin nada más que agregar, quedamos de Uds.


Esperemos sirva para que estas cosas no sucedan de nuevo.

Sunday, March 09, 2008

La Decano no tiene la culpa

La Prof. Patricia Rosenzweig, Decano de mi querida Facultad de Ciencias de la ULA, afirmó que la decisión de realizar la elección de la “novia” de la Facultad no fue debida a ella, sino impuesta por órdenes de la Dirección de (in)Cultura y Extensión y ratificada por el Consejo de Facultad. La Decano, personalmente, al hablar conmigo, hizo énfasis en dicha imposición. Resulta extraño que la Decano participe de tan buen grado en un evento que le fue impuesto y el cual, en sus propias palabras, no interfirió con la realización del Congreso de la Sociedad Venezolana de Física, cuya sesión de posters fue realizada simultáneamente. Probablemente los expositores no se mostrarán de acuerdo con la Decano.

Más que extraño, resulta indignante que la persona que pretende ocupar el puesto de Vicerrector Académico discrimine a la Academia en función de un circo barato y sexista, sospechosamente realizado el día antes de las elecciones estudiantiles y que fue camuflajeado como un acto político de un movimiento específico, cuando en realidad debió ser estrictamente institucional. Durante la gestión de la Dra. Rosenzweig hemos sufrido un sinnúmero de vejaciones a la Academia y el insulto de nuestro trabajo con la realización de actos como este. Desde paraduras hasta las bochornosas celebraciones de cumpleaños de la misma Decano (con Mariachis incluidos), todas estas grotescas irrupciones de las clases y laboratorios han sido constantes, y aunque la Decano niegue responsabilidad alguna, resulta clara su anuencia y permisividad. Es preocupante que la persona encargada de velar por el estado de la academia universitaria prime la frivolidad frente al trabajo duro, que prime la estética sobre la funcionalidad y que mientras tenemos pisos de granito, nuestros laboratorios sufren de la falta de los reactivos más elementales y de material de vidrio, como afirmo responsablemente en virtud de mi cargo como preparador de Bioquímica y conocimiento de la situación.

En las últimas elecciones le otorgué mi voto de confianza a la Prof. Patricia con el norte de una mejor facultad. Siento que he sido defraudado y burlado, que el oropel y las lentejuelas han ganado frente al lápiz y la pipeta. Por favor, no confundirse, no abogo por una vida gris y monótona, sin diversión alguna. Pero Venezuela, y sobre todo Mérida, está llena de sitios de esparcimiento, sano y malsano y existen horarios donde pueden realizarse estos actos sin incordiar a la facultad y joder a los que queremos estudiar y trabajar. Tampoco piense, lector, que mis motivaciones son políticas, pues estoy próximo al fin de mi carrera y no apoyo a ninguno de los movimientos al centro de estudiantes. Simplemente he llegado al límite de mi paciencia para esta comparsa en la que quieren convertir la Facultad y si bien la Decano ha tenido un gran número de logros, ninguno de ellos justifica este irrespeto constante a nuestro trabajo y esta perversión de los espacios comunes en horas laborables.

Es una pesadilla que nuestra universidad se convierta en reflejo de lo que hoy es esta facultad de llegar a resultar ganadora Patricia Rosenzweig

Guido David Núñez Mujica, estudiante de Biología y PAI.